Conocimiento Implícito o Tácito: Características y ejemplos

En nuestro proceder diario siempre llevamos a cabo acciones que son parte de un saber denominado conocimiento implícito o tácito, el cual nos sigue acompañando durante nuestras vidas casi sin darnos cuenta. Pero ¿Qué es este conocimiento?, ¿Cuáles son sus características? y ¿Qué ejemplos podemos tomar para entenderlo mejor? Esto es lo que vamos a responder sobre esta interesante forma de aprender.

¿Qué es el conocimiento implícito o tácito?

Este se trata de un saber que se adquiere de forma inconsciente durante el transcurso de nuestra vida, el cual no sabemos ni el momento, ni el cómo la aprendimos, hasta el momento en que lo ponemos en práctica.

Algunos autores señalan que el conocimiento tácito se va formando a través de experiencias vividas y nuestro cerebro va almacenando esa información para utilizarla en el momento que crea necesario.

Aunque el individuo no pueda explicar el origen de éste, si se le llegan a realizar preguntas sobre lo que hizo (que no sabía que conocía), este podrá responder a sus respuestas; ya que, una vez que lo pone en practica comprende el aprendizaje obtenido.

Se dice que es tácito porque es un saber personal, que se relaciona mucho con los valores, principios, costumbres, ideas e incluso nuestras emociones. Mientras que lo implícito se debe a lo simple que puede ser, aunque sea difícil de codificar.

Suele confundirse con el conocimiento empírico, debido a la forma en que se adquiere, sin embargo, éste no se práctica ni se conoce de su existencia, lo que hace la diferencia.

Características del conocimiento implícito o tácito

Entre las características más destacadas se pueden mencionar las siguientes:

  • Se crea en la mente de la persona.
  • Se va construyendo a través de las experiencias vividas y se consolida con las habilidades propias de quien lo recibe.
  • Es difícil de transferir.
  • No se puede articular.
  • Guía la actuación de la persona sin darse cuenta.
  • Es un conocimiento inconsciente.

Ejemplos del saber implícito o tácito

Si vamos caminando por la orilla de la carretera con los amigos y uno de ellos se resbala cayendo por un risco. El reaccionar rápidamente y sacarlo utilizando las ideas que nos aporta nuestra mente para hacerlo, logrando sacarlo nuevamente a la carretera, ese acto o la forma de ayudarlo se podría considerar un conocimiento implícito, ya que nadie nos ha enseñado a rescatar personas, pero de alguna forma nuestro cerebro sabía qué hacer. No hay que confundirlo con el intuitivo, pues no estamos intuyendo, si no que sabemos exactamente qué hacer.

ejemplo-conocimiento-implicito

Otro ejemplo claro, es cuando alguien va pasando por un lugar y de repente alguien le lanza una pelota y por suerte la toma con las manos antes que lo golpee.

Referencias Bibliográficas:

Gómez, T. (2014). Los tseltales lo saben Concepciones sobre conocimiento, aprendizaje y enseñanza entre tseltales de Chiapas. Universidad Iberoamericana. Chiapas, México.

Hernández, V. (2016). La gestión del conocimiento en las organizaciones. Editorial Alpha. Madrid, España.

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