Muchas veces el saber algo no es garantía de poder hacerlo. El que nos digan para qué sirve o lo que se tiene que hacer, no nos ayuda a la hora de ponerlo en práctica. Es allí donde nace la necesidad del conocimiento procedimental, un proceso esencial que a diferencia del declarativo va más allá del qué es. Por eso nosotros iremos en busca de su definición, características y ejemplos para conocer más de él.
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¿Qué es el conocimiento procedimental?
Es aquel que se adquiere a través de la acción, del hacer y se va perfeccionando gradualmente, es decir, no se aprende de una vez, hace falta la práctica para que éste se logre completar. Este tipo de saber no es fácil de verbalizar, es más fácil mostrarlo a través de la ejecución del mismo.
Por ello se dice que, es el conocimiento del “cómo”; debido a que implica el desarrollo de destrezas y/o habilidades para ejecutarlo. Este saber se debe mostrar, ejemplificar o manifestarse para poder demostrar que existe.
Cuando logras adquirirlo ya no hace falta nada más, lo llevarás a cabo casi inconscientemente, debido a que lo has aprendido y ejercitado lo suficiente como para replicarlo en cualquier momento. Claro está que puede ser modificado y mejorado por un nuevo saber relacionado con el mismo hacer.
Características del conocimiento procedimental
Entre las características del conocimiento procedimental más importantes, podemos destacar las siguientes:
- Es difícil de verbalizar: ya que está compuesto por pasos y procedimientos más que por palabras.
- Se aprende gradualmente: a través de la practica y la ejecución constante del mismo.
- Puede darse por descubrimiento: ante una necesidad de hacer algo o en medio de una dificultad.
- Se puede perfeccionar: adquiriendo destrezas y habilidades que permitan facilitar su ejecución.
- Hace uso de conocimiento declarativo: para sustentarse y surgir de éste.
- Es organizado: ya que cumple con fases y hace uso de métodos para lograrlo, lo que lo hace diferente del conocimiento popular u otros.
- Sigue instrucciones: con el fin de lograr la meta trazada.

Ejemplos del saber procedimental
Entre los ejemplos del saber procedimental podemos mencionar cuando aprendemos a ir en bicicleta, ya que debemos intentar una y otra vez hasta lograr el equilibrio perfecto para conducir sin caernos de ella.
Otro ejemplo puede ser el aprendizaje de nuestra lengua materna, la cual adquirimos casi de manera inconsciente y vamos perfeccionando mientras crecemos.
Así mismo, aprender a bailar también sería considerado como parte de este conocimiento. Planificar la construcción de un edificio o aprender a hacer una tarta también son buenos ejemplos de este saber.
Referencias Bibliográficas:
Farnham, S. (1996). El Aprendizaje Escolar. Editorial Morata. Madrid España.
Pozo, J. y Gómez, M. (2009). Aprender y enseñar ciencia. Sexta edición. Editorial Morata. Madrid, España.