Miedo a los gérmenes o misofobia: Causas y cómo superarlo

Si ves cerca de ti una persona implementando medidas de seguridad e higiene excesivas, tal vez te hayas encontrado con alguien que tiene miedo a los gérmenes y por ello toma esa actitud. En esta ocasión hablaremos de la misofobia, sus causas, síntomas y cómo superarlo.

¿Qué es la misofobia?

Se dice que la misofobia o germofobia es el temor excesivo a los gérmenes o bacterias, por lo que una persona con esta fobia se aleja de la suciedad, la contaminación y todo tipo de lugares donde crea está en riesgo. En la mayoría de los casos las personas denominadas “limpiadores compulsivos” sufren de este temor.

¿Cuáles son las causas del temor a los gérmenes?

Algunas de las causas más comunes en las personas que sufren de temor a los gérmenes son:

  • Patrones de conducta aprendidos en la infancia.
  • Miedo a enfermarse y morir por una infección de bacterias.
  • Conocer en profundidad los daños de los gérmenes o bacterias al organismo, y creyendo irracionalmente que va a pasarles la peor situación posible.
  • Estar relacionado con el área de la salud.

¿Cuáles son los síntomas de la misofobia?

Entre los síntomas más conocidos e identificados por los especialistas en pacientes con germofobia, se encuentran:

  • Evitar a toda costa lugares frecuentados y con suciedad.
  • Trastorno obsesivo compulsivo hacia la limpieza excesiva de los lugares donde vive o pasa su tiempo, hasta convertirse en un limpiador compulsivo, limpiando varias veces al día.
  • Uso regular de productos de higiene como guantes, mascarillas, antibacteriales, entre otros.
  • Suelen mantenerse siempre limpios, se duchan varias veces al día y se limpian las manos compulsivamente cada poco tiempo.
  • Ataques de pánico o ansiedad excesiva al estar en lugares sucios o contaminados.
  • Miedo a salir de casa por temor a la suciedad exterior.
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¿Cómo superar al miedo a las bacterias?

La germofobia requiere una intervención psicológica como tratamiento para superarlo, ya que, normalmente es una fobia adquirida desde temprana edad que se afianza en la edad adulta; sin embargo, puedes practicar lo siguiente:

  • Aceptar que posee un trastorno de ansiedad.
  • Buscar grupos de apoyo.
  • Practicar meditación y técnicas de relajación para evitar la ansiedad al estar el lugares poco limpios o contaminados de bacterias.
  • Visitar a un terapeuta para descubrir el origen real de tu fobia y comenzar a tratarlo.
  • Exposición gradual a lugares sucios.

Referencias bibliográficas:

Ajjan, D. (2017). La curación natural del estrés, la ansiedad y la depresión. Editorial Robinbook. Barcelona, España.

Baeza, J., Balaguer, G. y Guillamón N. (2008). Higiene y prevención de la ansiedad. Ediciones Diaz de Santos. España.

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